San José, según san Mateo, hijo de Jacob y descendiente de la casa de David (Mateo I, 1-16), nació en Belén y se cree que murió en Nazaret. (1) Fue carpintero y padre terrenal de Jesús. Por ignorar la concepción divina de María, ésta le fue revelada por un ángel en sueños. Cuidó de Jesús hasta poco antes de que comenzara su vida pública. Se habla de este santo varón en el Nuevo Testamento, en los pasajes de la huida a Egipto (Mateo I, 13-15), el regreso de Egipto (Mateo I, 19-22) y en el templo a los doce años de Jesús (Lucas III, 41-49).
La historia de la vida de san José se encuentra detalladamente narrada en los Evangelios apócrifos (2) que describen los cuidados que tuvo hacia Jesús, así como su trabajo de carpintero. Según estos textos, José murió a los 82 años en compañía de su esposa, la Virgen, y su sagrado Hijo, siendo confortado por los ángeles. La devoción a san José creció a partir de la época barroca, en la cual se le dio realce como un ejemplo a seguir por el hombre común.
Esta obra, que hace juego con una imagen de la Virgen con número de inventario 10-54040, presenta todas las características de una pintura peruana.
(1) Thomas Plassmann, Vidas de santos, p. 415.
(2) Aurelio de los Santos Otero, Los evangelios apócrifos, pp. 338-353.