La obra representa al lego franciscano fray Francisco de San Miguel o de la Parrilla, (1) quien sufrió martirio en Japón el 5 de enero de 1597.
Pocos son los datos que se conocen sobre su vida; pero se sabe que salió de la misión franciscana de Manila, en 1593, acompañando a fray Gregorio García y formando parte de la misión que se dirigía al Japón, encabezada por fray Pedro Bautista. Entre sus objetivos, tenía el establecimiento de conventos de la orden. Fundó en Nagasaki el de Santa María de los Ángeles, donde este fraile fue tomado preso junto con sus compañeros, el 3 de enero de 1597.
Fray Francisco viste el hábito de su orden, ceñido a la cintura con el cordón y sujeto a la cruz por medio de grilletes en las muñecas.
(1) Eduardo Enrique Ríos, Fray Felipe de Jesús, santo criollo, p. 26.