La obra es un fragmento de una pintura de mayores dimensiones; no presenta bastidor y se encuentra pegada sobre un fibracel. En ella se representa a un hombre de edad avanzada, con el torso semidescubierto y la cabeza rodeada por un halo de santidad. Al fondo se ve parte de una montaña y el cielo. Los elementos de la obra no son suficientes para poder identificar al personaje, además de que se encuentra repintada en un cuarenta por ciento.
Esta pintura fue colocada en el retablo principal de la Capilla Doméstica, entre 1959 y 1964, año en que fue restaurado dicho retablo.