Esta devoción cristológica significa el poderío y la soberanía de Cristo como Salvador del Mundo, por medio de su Pasión, ya que de acuerdo con la fe católica, es el único que puede salvar la efímera existencia del hombre. La palabra Salvador se originó a partir del vocablo Soter, epíteto griego con que se invocaba al dios Asclepios. Al pasar la palabra al mundo latino se convirtió en Servator o Conservator y luego en Salvador. (1)
El único atributo que acompaña a esta imagen es un orbe o globo terráqueo, emblema de poder y grandeza, aunque no se trata de un atributo privativo de este género de imágenes de Cristo, pues aparece también en las manos de muchas representaciones de Dios Padre. La cruz sobre el orbe engloba la idea de la preeminencia de la Iglesia y de la Verdadera Fe sobre la Tierra, con sentido universalista.
La composición de esta obra es muy semejante a las que pintaron Miranda y Juan Correa y otros artistas en el siglo XVII. En realidad puede decirse que fue un modelo común.
Esta obra fue restaurada dentro del programa "Adopte un Cuadro", apoyado por la Asociación de Amigos del Museo Nacional del Virreinato.
(1) Louis Réau, Iconographie de l´Art Chrétien, t. II, V y VII.