La escena corresponde al momento preciso en que Jesús acaba de ser desprendido de la cruz, y se procede a enterrarlo. San Juan sostiene el cuerpo inerte por la espalda, mientras la Virgen le da apoyo a la cabeza, la escena central se ve acompañada por las tres santas mujeres y por José de Arimatea, quien lavó el cuerpo y lo cubrió con la Sábana Santa. Atrás de él, José Nicodemo, este último suele aparecer siempre a la izquierda de Cristo con un vaso de perfumes para ungirlo, objeto que en esta obra parece haberse cambiado por una garrafa. Este tema surgió en el siglo XII por influencia de las meditaciones de los místicos o por inspiración popular. (1)
(1) Louis Réau, Iconographie de l´art chrétien, p. 520.