Se escenifica la decimocuarta estación del Vía Crucis, en la cual las Santas Mujeres están ante el sepulcro de Cristo.
Los cuatro evangelistas hablan del hecho de que Jesús fue sepultado en el Monte de los Olivos, envuelto en una sábana nueva, el viernes por la noche, la víspera del día de reposo. Los evangelios apócrifos hablan además de guardias ante el sepulcro, como lo representó aquí el pintor. En el primer plano se ven dos centuriones, uno sentado y el otro de pie luciendo atuendos militares mixtos: armadura y casco a la española y faldellines y calzado a la romana.
Sobresale el sepulcro, cuya forma acusa el modelo romano, está colocado sobre tres peldaños blancos que simbolizan los tres días que Cristo permaneció en la tumba, arriba se ve un cielo muy oscuro, en tinieblas.
La serie de este Vía Crucis consta de catorce pinturas, las cuales estuvieron ubicadas en la iglesia de San Francisco Javier hasta el año de 1930.