La duodécima estación del Vía Crucis corresponde al momento en que Cristo aparece crucificado, flanqueado por san Juan y su madre, y los dos ladrones. En el Evangelio según san Lucas (XXIII, 39-43) se narra este pasaje de la siguiente manera: "Y uno de los malhechores que estaban colgados, le injuriaban diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a Ti mismo y a nosotros... y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vinieres a tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso."
Junto a la cruz san Juan en el momento en que "... Jesús viendo a su madre... le dice: Mujer, ahí tienes a tu hijo, y luego al discípulo: Ahí tienes a tu madre, y desde aquella hora él la acogió en su casa" (Juan XIX, 25-27).
Los ladrones con cendal. El de Dimas es de color verde, simbolizando pureza y esperanza de redención; y el de Gestas de color rojo, que representa sangre y sabiduría.
La serie de este Vía Crucis consta de catorce pinturas, las cuales estuvieron ubicadas en la iglesia de San Francisco Javier hasta el año de 1930.