La obra representa el momento del encuentro de la Virgen con su prima santa Isabel y sigue los modelos difundidos durante la época colonial.
Juan Rodríguez Juárez pintó a santa Isabel vestida con los mismos colores que tradicionalmente son relacionados con el ajuar de san José: túnica verde y manto amarillo dorado, mientras que en este cuadro, el santo esposo de María viste túnica verde oscuro y manto café haciendo alusión a la humanidad y a la esperanza de la venida de Cristo.
La firma fue cubierta parcialmente con una capa de repinte, posiblemente ejecutada en el momento en que se reutilizó la obra para colocarla como parte de la decoración del Relicario de San José. Hace juego con Desposorios de la Virgen, de este mismo autor.
Obra consignada por Pablo C. de Gante. (1)
(1) Pablo C. de Gante, Tepotzotlán, su historia y sus tesoros artísticos, p. 46.