Esta representación se basa en el texto evangélico de san Lucas que dice: "En el mes sexto fue enviado por Dios el ángel Gabriel [a] una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón llamado José, de la casa de David; el nombre de la Virgen era María. Entró donde ella estaba, y dijo: Alégrate, llena de gracia. El señor es contigo. Ella se turbó con esta salutación y pensaba qué significaría semejante saludo. El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios y vas a concebir en tu seno y darás a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús... Respondió María al ángel: ¿Cómo será esto, pues no conozco varón? El ángel respondió y le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra" (Lucas I, 26-37).
Siguiendo la tradición renacentista, en este cuadro san Gabriel aparece sobre una nube, mientras la Virgen, de rodillas frente a una mesa, baja la mirada: la escena se desarrolla en un suntuoso recinto arquitectónico, la enriquecen dos ángeles que acompañan a María y dos que sostienen el florero con azucenas y rosas, flores que pueden relacionarse con la virginidad, la pureza y el triunfo contra el pecado.
La obra fue adquirida para el Museo en el año de 1972.