Sibila Cumana es una de las más importantes profetisas del mundo antiguo que anunciaron la venida de Cristo. Se le atribuye el haber conducido a Eneas al inframundo y el haber quemado seis de sus nueve libros de profecías puesto que no le fueron pagados. Vendió los restantes a Licius Tarquinius. Según Emile Male, esta sibila era la guardiana de la rama mágica y de la puerta de los muertos y escribió, en hojas que fueron arrebatadas por el viento, el momento en que descendería del cielo un niño. (1)
En esta obra aparece sosteniendo una cartela en cuyo campo se representó a la Inmaculada Concepción, aludiendo a sus profecías.
El personaje va ricamente ataviado, tocado con un turbante verde y rosa, su vestido es de brocado y decorado con borlas y piedras preciosas. A pesar de la inscripción, y de su nombre, podemos suponer que la sibila representada es la Pérsica y no la Cumana, ya que el emblema tradicional de la primera es la Virgen Apocalíptica, como en este caso, por lo que suponemos que el nombre y la inscripción fueron añadidos posteriormente.
(1) Emile Male, El arte religioso, p. 121.