Pieza
San Ignacio en Venecia
de Villalpando, Cristóbal
Siglo XVIII
Óleo sobre tela


Alto: 204 cm
Ancho: 415 cm

San Ignacio en Venecia
INAH-Museo Nacional del Virreinato

La iconografía de la escena principal de esta obra está inspirada en el pasaje de la vida de san Ignacio que cuenta de su viaje de Roma a Venecia en el año de 1523, en el que la epidemia de peste hacía estragos en Italia. Dice: "En el camino de Roma a Venecia pasó grandes fatigas y muchas dificultades. Porque como todavía duraba la pestilencia, desechado por el miedo della de los pueblos, le era necesario dormir las noches en el campo al sereno, o cuando mucho, debajo de algún portal; y los caminantes que le topaban, como le veían descolorido y trasijado, unos huían de él como de la muerte...) (después de haberle dejado todos sólo, yendo de Chosa a Padua, en una campaña rasa le apareció Jesucristo nuestro redentor, y maravillosamente le consoló con su dulce y soberana presencia..." (1) Villalpando enriquece la obra con un paisaje de tipo boscoso y Jesucristo en una apertura de Gloria rodeado de angelillos.

La escena secundaria representada en el extremo derecho del cuadro, está basada en el texto que narra: "El tiempo que estuvo en Venecia, como solía en otras partes, mendigaba de puerta en puerta su pobre comida; y las noches dormía en la plaza pública de san Marcos. Una noche, uno de aquellos señores del Senado... estaba durmiendo cómodamente en su cama al mismo tiempo que estaba nuestro Ignacio, pobre y desnudo, en el suelo, sin que hubiese quien le albergase ni le dijese: ¿Qué haces ahí? Estando, pues, dicho caballero dormido, oyó unas voces como que le despertaban y le decían: ¿Cómo?, ¿Qué tú andes delicada y ricamente vestido y estés tan regalado en tu casa, y que mi siervo esté desnudo en los portales de la plaza? ¿Que tu duermas en cama blanda y ricamente aderezada y que esté tendido en el duro suelo al sereno? Levantándose... el senador... y llegando a la plaza de san Marcos halló a nuestro peregrino tendido en el suelo...". (2)

La composición de esta obra, según consigna Francisco de la Maza, (3) fue tomada por Cristóbal de Villalpando de una obra de Teodoro Galle. San Ignacio se ve recostado, al comienzo de una columnata y el senador junto al santo, en actitud de despertarlo.

Esta obra forma parte de una serie realizada para el antiguo colegio jesuita de Tepotzotlán.

(1) Pedro de Ribadeneira, Vida de san Ignacio de Loyola, pp. 62-63.

(2) Ibídem, pp. 64-65.

(3) Francisco de la Maza, El pintor Cristóbal de Villalpando, p. 228.

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