El Caballito es uno de los personajes que representa con mayor fidelidad el mensaje evangelizador que los españoles dejaron entre los chontales de Tabasco para recordarles permanentemente su derrota durante la conquista de México.
Es un símbolo de la victoria extranjera que emerge cada vez que en las comunidades yokot’an se realiza la danza del caballito en cualquiera de sus versiones locales. En ellas lucha contra un indígena, aparece al lado del bíblico David o baila junto a un negro en el contexto de las fiestas patronales o en los festivales populares. En tales escenarios, su uso convierte al danzante que lo porta en un caballito-jinete.