El 3 de octubre de 1866, el general Porfirio Díaz venció en Miahuatlán, Oaxaca, al general imperialista Oronoz y al coronel francés Testard, quien falleció en ese combate. Las tropas francesas comenzaban a salir del país y los republicanos tomaron la ofensiva que los llevaría a la victoria. En gran medida, la guerra contra la Intervención se desarrolló en combates guerrilleros en las montañas. Los republicanos, que conocían bien el terreno, atacaban generalmente a grupos reducidos de franceses y a sus aliados mexicanos. Luego se refugiaban en las serranías que servían como fortalezas.
Grandes batallas, como la de Miahuatlán, fueron poco frecuentes, en ésta hubo más de cinco mil combatientes, sumando ambos bandos. Porfirio Díaz tuvo un papel destacado, pues, cuando estaban a punto de acabarse las municiones, encabezó personalmente una carga general que dio la victoria a los republicanos.