Pieza
Desafortunadamente esta singular talla en madera policromada ha perdido los atributos que la identifiquen. La cuerda a manera de cinto con tres nudos indica que se trata de un franciscano. La posición de las manos hace pensar que sostenía algo, tal vez un niño, lo que implicaría, junto con su juventud y rostro lampiño, una correspondencia con san Antonio de Padua. Sin embargo, la mano derecha parece estar bendiciendo lo que contradice la representación común del santo portugués. El hecho de que el policromador cincelara parte de la decoración primigenia permitió la supervivencia de los diseños, cuya morfología aún presente en los fragmentos nos lleva a presuponer la manufactura de esta pieza en el primer tercio del siglo XVII.
Fuente: Marín Gutiérrez, Alfredo, Mariano Monterrosa y Elisa Vargaslugo, 80 años, 80 obras. Museo de El Carmen, México, INAH, p. 136.
Fuente: Marín Gutiérrez, Alfredo, Mariano Monterrosa y Elisa Vargaslugo, 80 años, 80 obras. Museo de El Carmen, México, INAH, p. 136.