La visión del cosmos de los xochicalcas está sintetizada en el aro del Juego de Pelota Oriente. Su forma señala la concepción cíclica del transcurso del tiempo. En la parte inferior hay dos guacamayas de cuyos picos penden chalchihuites y plumas, símbolos de su estridente parloteo. Ellas siguen una dirección este-oeste, figurando al sol en su movimiento del amanecer al atardecer.
En la parte superior está un murciélago con alas desplegadas y las patas flexionadas. Cada una de sus alas está decorada con dos huesos cruzados y una turquesa. Es un ser nocturno que expresa la noche y el frío. En suma, el aro narra el ciclo del día y la noche, la vida y la muerte.