En la religión mesoamericana, el puma, junto con el ocelote y el jaguar, está relacionado con la tierra. Su presencia se asocia con el culto a la fertilidad. El atributo que destaca es el moño alrededor del cuello, símbolo que indicaba el control que los sacerdotes creían que dicho animal ejercía sobre la naturaleza. El pectoral es una insignia de alto rango, es decir, es el gato más grande entre los felinos. Es una escultura ejecutada con gran maestría y existen otras de la misma forma y tamaño, ya que fueron manufacturadas con la ayuda de moldes para su producción en serie.
Pieza
Escultura puma con moño
Escultura de cerámica zoomorfa.
650-900