Pieza
La natividad y la adoración de los pastores
No. 8 en la serie.
Cabrera, Miguel
Siglo XVIII
El emperador romano César Augusto había ordenado que se empadronaran todos los que vivían en sus dominios. Como Jerusalén era parte del Imperio, María y José tuvieron que cumplir el mandato en Belén, porque ahí había nacido José. Por tal razón, durante el trayecto, la Virgen María comenzó a sentir los dolores de parto y José buscó un sitio digno para el nacimiento de Jesús, Finalmente encontraron un lugar sencillo donde dormían los animales. Los ángeles anunciaron a los pastores que se dirigían a empadronarse, que había nacido el mesías.