Retrato de don Pedro Moya de Contreras, sexto virrey de la Nueva España (1584-1585) de medio cuerpo en tres cuartos de perfil a la derecha con la mirada al frente. Porta bonete e indumentaria religiosa de la Orden de los Dominicos, su mano izquierda sostiene un báculo pastoral rematado en cruz dorada. En la parte superior derecha del lienzo un escudo y sobre éste un emblema del arzobispado.
En 1571 llego a México el doctor don Pedro Moya de Contreras, con el cargo de inquisidor mayor de la Nueva España y comisionado para establecer en ella el Santo Tribunal de la fe; dos años después fue promovido al arzobispado, debido a la muerte de fray Alonso de Montufar, que fuera el segundo arzobispo de México. Con gran prudencia, pero a la vez con energía, Moya contreras trato de remediar los abusos y proseguir la tarea ya iniciada por Zumárraga y Montufar, cuando sobrevino la muerte del virrey conde de la Coruña y su nombramiento de virrey en la Nueva España. Tomando posesión de su cargo el 25 de septiembre de 1584 y en consecuencia con la triple investidura de inquisidor mayor, arzobispo y virrey.