La cabecera de la iglesia está decorada con uno de los más representativos y mejor conservados retablos del siglo XVI. Su autor, el pintor flamenco Simón Pereyns (ca.1530-1589), diseñó y pintó en su taller las tablas del retablo. Las esculturas que acompañan este trabajo pertenencen al maestro sevillano Pedro de Requena.
La temática de esta obra se relaciona con pasajes clave de la vida de Cristo plasmados en pinturas sobre madera que representan: La adoración de los pastores, La adoración de los reyes; La presentación en el templo; La circuncisión de Cristo; Cristo de la columna (La flagelación); Cristo del calvario (La crucifixión); La resurrección; y por último La ascensión. En el tímpano preside la figura de Dios Padre.