La degradación eclesiástica de Miguel Hidalgo y Costilla se llevó a cabo el 29 de julio de 1811 en el Hospital Real de la provincia de Chihuahua. En el certificado firmado por Francisco Fernando Valentín, comisionado para llevar a cabo dicho acto se lee:
"Después de la degradación y despojado de los ornamentos sagrados, con la ceremonia que manda la santa Iglesia, fue registrado y se le encontró en el pecho llena de sudor la soberana imagen de nuestra señora de Guadalupe, la cual está bordada de seda sobre pergamino, la que al quitar de su pecho dijo: Esta señora, Madre de Dios, ha sido la que he llevado de escudo en mi bandera, que marchaba delante de mis huestes, en las jornadas de Aculco y Guanajuato, y es mi voluntad sea llevada al convento de las Teresitas de Querétaro donde fue hecha por las venerables madres, quienes me la dieron en mi santo en 1807".