Pieza
Cristo ante Herodes
Ovalle, Gabriel José de
1749
Óleo sobre tela
El viernes en la mañana se sentaron los ancianos, sacerdotes y escribas para que de común acuerdo, pudieran justificar la causa de muerte de Jesús. Acordaron entonces llevarlo ante Pilato, quien era el gobernador de Judea, ya que en aquellos tiempos la región estaba dominada por el imperio romano y sólo el gobernador podía dictar sentencia. Al llegar con Pilato, este no lo encontró culpable de ningún cargo y al enterarse de que había nacido en Belén (provincia de Galilea), pidió que lo llevaran con el gobernador Herodes que se encontraba en Jerusalén celebrando la Pascua. Al llegar ante Herodes, éste comenzó a cuestionarlo y le pidió un milagro como si se tratara de un acto de magia, a lo que Jesús no respondió. Comenzó a burlarse el rey, acusándolo de locura y sin encontrar ninguna causa para su muerte, lo envió nuevamente con Pilato.