Espacio
Refectorio del Convento
De acuerdo con la Regla de la orden, los alimentos tenían que ser consumidos en el refectorio. Todos los frailes se reunían a las horas que marcaban las Constituciones y ocupaban su lugar en las mesas.
En ciertas fechas, además de acompañar la comida con lecturas edificantes, un grupo de frailes o laicos podía interpretar algunas piezas musicales. Durante los días de fiesta, la mesa de los franciscanos se veía colmada de moles y pipianes, distintas carnes al asador, empanadas, dulces y buenos vinos.