Se trata de 266 piezas prehispánicas que dan testimonio de más de 3,000 años de desarrollo cultural, alcanzado por las antiguas civilizaciones, desde los olmecas, totonacos y huastecos.

La colección reúne piezas de obsidiana, cerámica y elementos utilizados en el juego de pelota, y muestra la importancia de estas culturas en aspectos religiosos, económicos y sociales.