La muestra estuvo conformada por 2 pequeños cáninos de cerámica, elaborados en la época prehispánica y un centenar de piezas, procedentes de diversos acervos museísticos del INAH y los cáninos pertenecen a las colecciones arqueológicas del Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM. La sede de esta exposición fue el Museo de las Culturas de Oaxaca.

Las evidencias arqueológicas y las fuentes documentales son testimonio de que, tal como ahora, en tiempos precortesianos los perros eran vistos como leales acompañantes del ser humano; se les consideraba custodios y transmisores de fuerza y valor, fieles amigos cotidianos y compañeros que, en incontables ocasiones, son respaldo y consuelo con sus amistosas presencias.