En el año 2000 en el Museo del Templo Mayor, el escultor mexicano Sergio Peraza presentó por primera vez la exposición titulada “De Ánimas y Perros”, cuyo elemento central fue el perro xoloitzcuintle.

El objetivo de esta muestra fue presentar el trabajo que el artista realizó durante cinco años de estudio sobre el canis mexicanus y su relación en los mitos antiguos.

Así se conformó una primera colección de estatuillas de bronce, terracota y papel, junto con dibujos y grabados que retrataban al animal en una serie de actitudes posicionales y otras tantas inspiradas en la escultura hasta hoy encontrada en tumbas y templos prehispánicos.

El fundamento que relaciona este tipo de exposición de arte contemporáneo en un recinto que alberga colecciones de piezas arqueológicas, está basado en el interés del artista por rescatar este tema que en el México antiguo era cotidiano, perdido por muchos años en la historia hasta que artistas como Frida Kahlo y Diego Rivera lo rescataron.

Posterior a ellos, fue muy poca la importancia que en las artes visuales se ha dedicado a un tema tan mexicano como lo es el del perrito xoloitzcuintle, y su relación como compañero en la vida y en la muerte.

Por muchos años se creyó perdida la raza, y por muchos años se han inventado nuevos mitos sobre estos animales, lo que es cierto es que los antiguos mexicanos los dejaron para nosotros en el arte zoomorfo en algunos códices, y hasta hoy ningún otro escultor del mundo había retomado el tema.

Por esto mismo la exposición de Sergio Peraza, en el Museo de Templo Mayor, generó buenos comentarios tanto en el mundo del arte como en el ambiente popular. Nunca se había presentado una exposición de esta clase, y además con un fondo pedagógico gracias a que en la museografía se podía leer de manera sencilla la relación que guardaban los perros en el méxico prehispánico, al tiempo en que se trataba de romper con los falsos mitos que giran alrededor del animalito en la actualidad. (Fuente: http://xoloart.blogspot.mx/2011/05/animas-y-perros.html)