Este inmueble ilustra distintas facetas de la vida de don Miguel Hidalgo y Costilla y, a la par, narra los acontecimientos de la Guerra de Independencia de México. El museo ocupa la última morada del prócer antes del estallido del movimiento libertador. Se trata de una finca construida en 1779 para almacenar las contribuciones de los fieles, por ello conocida también como “Casa del Diezmo”, la cual forma parte del conjunto de recintos de valor histórico que integran la Ruta de la Independencia, y que fueron renovados por el INAH con motivo del Bicentenario de este hecho crucial. El padre Hidalgo la ocupó desde 1803, y la utilizó además para taller de alfarería y escuela de música, montó en ella escenificaciones teatrales, trasladó allí las oficinas de la parroquia y destinó la troje para seguir guardando los diezmos.
Aquí mismo se llevaron a cabo algunas de las juntas de conspiración para emancipar la Nueva España. Desde esta residencia salió el cura Hidalgo la madrugada del 16 de septiembre de 1810, con Ignacio Allende y Juan Aldama, hacia el templo de Dolores para convocar al pueblo y emprender la lucha armada. Un mes después, el general Calleja (a las órdenes del virrey Venegas) saqueó la vivienda y la volvió cuartel de sus tropas. A lo largo de la guerra, fue ocupada por uno y otro bando, y consumada la Independencia volvió a ser propiedad de la Iglesia, hasta que en 1850, como consecuencia de la Ley de Nacionalización de Bienes Eclesiásticos, pasó a manos privadas. En 1863, el presidente don Benito Juárez la declaró Monumento Nacional, y al año siguiente Maximiliano de Habsburgo celebró en ella la primera “Ceremonia del Grito”, desde la ventana en que el padre Hidalgo llamó a la guardia la noche en que decidió comenzar el movimiento insurgente. En enero de 1889 la visitó el presidente Porfirio Díaz, y desde entonces hacen lo mismo todos los mandatarios de la República.
A lo largo de las nueve salas del museo es posible conocer distintos aspectos de la vida de don Miguel Hidalgo: el párroco, el teólogo, el empresario del pueblo de Dolores, el miembro de una familia de la época, el activista que participaba de movimientos previos al estallido de la insurgencia y el personaje central de la gesta. El discurso museográfico se basa en ambientaciones de la época donde se presenta alrededor de 80 piezas, entre las que sobresalen los anteojos que pertenecieron al caudillo, originales y facsimilares de los libros que leía; un libro notarial donde se muestra estampada su firma, y la partida de bautismo en que consta su nombre de pila: Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga. Las salas del recinto son: Origen de la Congregación de Dolores, Los Antecedentes, Vida de Miguel Hidalgo y Costilla, La revolución de las mentes (1765-1792), El botafuego de la rebelión, Recámara, Sala de Guerra, Comedor y Cocina, y Sala Homenaje (Creación del prócer).
También se elaboró réplicas de pinturas y grabados relativos al Padre de la Patria y al movimiento de Independencia, que se suman a piezas históricas que recibieron tratamientos de conservación y restauración para ser nuevamente exhibidas: esculturas religiosas, armas, mobiliario y libros del siglo XVIII. Otras piezas que se muestra son reproducciones de objetos de uso cotidiano mandadas hacer ex profeso a artesanos de la región, que respetaron la manufactura dieciochesca. Entre éstas destaca la vajilla del comedor y un gran farol ubicado en el zaguán, donde comienza la visita al museo.
Dolores Hidalgo, Guanajuato, México.
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