En los evangelios apócrifos se narra el Descanso de la Huida a Egipto: al nacer el Niño Jesús en Belén de Judea, unos magos de Oriente se presentaron ante el rey Herodes para preguntarle por el recién nacido rey de los judíos. Al escuchar esto Herodes llamó los sacerdotes para saber dónde estaba aquel Niño, a lo que respondieron que vivía en Belén. Herodes ordenó a sus soldados matar a todos los infantes menores de un año. Mientras tanto a José se le apareció en sueños un ángel que le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto”. José salió por la noche con su familia. Al tercer día de viaje María estaba cansada y al ver a lo lejos una palmera decidieron detenerse. El Niño Jesús le habló a la palmera diciéndole: “Inclínate y alimenta a mi madre con tus frutos”, la palmera milagrosamente se arqueó.