Esta pieza representa un edificio en miniatura con un vano, característico de los templos que coronaban muchos de los basamentos mayas. Es evidente también el friso decorado con grecas, y tal vez la crestería del edificio. Este tipo de vasijas miniatura, conocidas como “veneneras”, tuvieron un uso elitista y ritual, y pudieron servir como contenedores de tabaco y otras plantas pulverizadas, pigmentos o esencias aromáticas.