Si bien en este periodo se desarrolló la economía, también se recrudecieron las desigualdades económicas y sociales que, junto a la falta de democracia, libertad y justicia, generaron un gran malestar y protestas de diferentes sectores sociales.
Aborda diversos aspectos de la última etapa del Porfiriato; durante este periodo la represión, la falta de democracia y de libertad de expresión se hicieron patentes con el encarcelamiento, deportación y castigo a los opositores del régimen.
Las condiciones laborales de sobreexplotación, por otra parte, dieron origen a las huelgas de Cananea y Río Blanco. La prensa tuvo un papel destacado, denunciando el desmesurado e injusto castigo por parte del gobierno: algunos diarios como El Monitor Republicano, El Hijo del Ahuizote y El Diario del Hogar fueron suspendidos y reprimidos, mientras que otros como El Imparcial recibieron apoyo, ya que difundieron aparentes logros materiales y encubrieron injusticias sociales.