Felipe Solís (Museo Nacional de Antropología, INAH)
La exposición complementada con efectos multimedia en torno al desarrollo de esta megaurbe, es fruto de amplias investigaciones, desde mediados del siglo XVII, con don Carlos de Sigüenza y Góngora; hasta el siglo XXI, a cargo de especialistas del INAH.
Los íconos con los que abre y concluye Teotihuacan. Ciudad de los Dioses, son el Gran Jaguar de Xalla, una fachada escultórica (descubierta en años recientes) que conserva gran parte de su policromía; y el conocido como Disco de la Muerte, figura en piedra que alude al misterioso fin de esta cultura.
Destacan también diversos objetos procedentes de las exploraciones del Proyecto Pirámide de la Luna, realizados entre 1998 y 2004: figurillas, rejeras, pendientes y cuentas esféricas. Todos ellos, parte de las ofrendas (sobresale la dispuesta en el entierro 6) asociadas a sacrificados en la consagración de las diferentes etapas constructivas de esta famosa edificación.