Uno de los medios didácticos utilizados por la Iglesia para adoctrinar a los fieles fue la vida de los santos a partir de sus imágenes. De esa manera la infancia del Niño Jesús, su sacrificio, la vida ejemplar de la Virgen María y de los santos, sirvieron como modelo para ser imitados por la sociedad novohispana.
Los distintos gremios de la Nueva España adoptaron uno o varios santos protectores con los que se identificaban por su oficio. En otros casos por el martirio que sufrieron. Todos estos personajes se distinguen por sus vestimentas y sus atributos, que son objetos que llevan y se relacionan con su vida y/o su muerte. La disciplina encargada de estudiar la vida y obra de estos santos personajes es la hagiografía.