Sala / Tema
San Antonio de Padua
Esta serie sobre la vida de san Antonio de Padua formó parte de las pinturas que los franciscanos que habitaron este convento de La Asunción utilizaron para que los miembros de la orden tomaran las virtudes de ese santo como un ejemplo a seguir.
Antonio fue un predicador portugués cuya formación teológica y vocación lo llevaron a difundir el cristianismo en África, parte de Italia y Francia. La devoción a este santo se extendió por su prestigio como orador y por ese motivo después de su muerte le cortaron la lengua para conservarla como reliquia en Padua, Italia.
Es común que aparezca representado con el hábito de la orden franciscana, de color marrón, con un cordón y tres nudos que simbolizan los votos de obediencia, pobreza y castidad. Asimismo, se le plasma con un libro, que representa su conocimiento de las sagradas escrituras. El corazón en llamas alude al amor hacia Dios y la azucena blanca a la virtud de la pureza; además, se le representa con el niño Jesús porque la tradición cuenta que lo visitó mientras meditaba.
Para el catolicismo es patrono de los pobres y se le invoca para mejorar la memoria y encontrar objetos perdidos. También es popular para solicitar auxilio en asuntos relacionados con el amor y tradicionalmente sus imágenes son volteadas de cabeza para forzarlo a que actúe con rapidez.
Muestra de piezas exhibidas en esta sala
Historia religiosa
Tlaxcala: Tierra de encuentros
Museo Regional de Tlaxcala
La vida de San Antonio de Padua
Folleto
492
10
Tlaxcala: Tierra de encuentros
11295

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