La sala del Camino Real de Tierra Adentro tiene en exhibición ocho medios de transporte de los siglos XVIII al XX. A partir de estos objetos el visitante observa cómo el descubrimiento de las minas de plata en Zacatecas resultó una formidable motivación para que los españoles se adentraran en el norte de Nueva España. En tal expansión resultó esencial el Camino Real de Tierra Adentro, que partió de la Ciudad de México hasta Santa Fe, Nuevo México en Estados Unidos. El Colegio de Propaganda Fide fue producto del financiamiento de estos portentosos mineros tales como Ignacio Rivera de Bernárdez o Francisco Xavier Aristorena y Lanz.
Un papel protagónico lo tuvieron los franciscanos del Colegio Apostólico de Propaganda Fide de Guadalupe, Zacatecas, ya que de ahí partieron numerosos grupos de frailes que establecieron misiones en el norte de México y actual sur de Estados Unidos, a lo largo del Camino Real. Durante sus largas travesías realizaban bautizos masivos y enseñaban el evangelio a los habitantes del lugar. Esta labor no fue fácil por lo que en varias ocasiones fracasaron y fueron martirizados; no obstante, su empeño los llevó hasta las regiones más lejanas del Virreinato como Texas y Nuevo México.