Presenta la región huasteca con un enfoque particular sobre el culto a la fertilidad, basado en tres aspectos fundamentales: el nacimiento, la muerte y el renacimiento.
Se muestra la relación entre la vida y la muerte como un ciclo necesario para que exista la fertilidad. De tal forma, se da cuenta de la veneración en la Huasteca tanto de la parte femenina como de la masculina, y de la relación de la vida con la muerte. Es por ello que se exhibe vasijas como símbolo del abastecimiento alimentario; figurillas o representaciones del culto a la parte femenina, que también han sido llamadas diosas Teem; representaciones de dioses Mam, o esculturas de dioses encorvados, símbolos de fertilidad; vasijas con representaciones de mujeres muertas, quizá en el primer parto, que acompañaban al sol en su camino; muñecos de gran tamaño o mojigangas, utilizadas en el carnaval para representar el acto de fertilización, entre otros.