Opinión de un experto
La propaganda política a través de la pintura mural

Durante el Epiclásico, las élites de Cacaxtla-Xochitécatl buscaron continuamente manipular el poder político y militar ante los ojos del resto de su población y otras sociedades contemporáneas.

En un entorno belicoso y políticamente inestable, generado a raíz del declive de Teotihuacán y Cholula en el valle poblano-tlaxcalteca, Cacaxtla emerge como un poderoso centro regional alrededor del año 650 d.C. y logra dominar la región hasta el 900 después de nuestra era. Las diversas exploraciones realizadas en el sitio revelan la magnificencia y complejidad de este aparato estatal.

Quizá su mayor atractivo son las diversas pinturas murales que lograron preservarse en el Gran Basamento. Este edificio es una especie de acrópolis, compuesto por la superposición de varios edificios de diversas épocas, que pudo tener un uso principalmente administrativo, ceremonial y residencial. Estos murales son la prueba de cómo los grupos dominantes buscaron propagar su jerarquía ante el resto de la población y, al mismo tiempo, mostrar su poderío militar y político ante otras sociedades contemporáneas. ¡Qué mejor manera de hacerlo sino a través de imágenes! Entre los murales más relevantes tenemos el Templo Rojo, el Mural de la Batalla, el Edificio A y el Templo de Venus. Si observamos con detenimiento, lo plasmado en los murales son eventos belicosos, de sacrificio, religiosidad, cosmovisión y poder, todo para realzar el dominio de las élites y modificar el punto de vista del espectador.

Imaginemos cómo el público que visitaba los espacios embellecidos con pintura mural contempló diversos desplegados de poder. Con seguridad, debieron reconocer al menos una parte de los discursos que la élite proclamaba en sus obras. Pero, ¿lo representado en las pinturas murales fue real? Probablemente una parte de la información era verídica, pero en otros casos se exageraba el discurso o se elevaba a los dirigentes a nivel de lo sobrenatural. Esto fue muy recurrente en la tradición política mesoamericana desde tiempos muy antiguos, y lo vemos frecuentemente en sitios de diferentes regiones como Teotihuacán, Monte Albán, Bonampak y Tajín. Sin duda, las élites intentaron constantemente comunicar una visión cosmopolita utópica, una realidad a la que deseaban llegar como líderes de un Estado, algo que en su época se consideraba superior, pero que realmente distaba de haberse consolidado.

En muchas ocasiones, los murales y otras representaciones, como las figurillas de barro, sirven para entender el eclecticismo artístico adoptado por las sociedades. También ofrecen información para identificar el origen de las influencias de sus creadores, lo que permite reconstruir los patrones de interacción cultural entre territorios distantes. Sabemos que, en el Epiclásico (650-900 d.C.), la arquitectura y la pintura mural de Cacaxtla estuvieron influidas principalmente por ideas y técnicas de las tierras bajas mayas, y por rasgos iconográficos de la tradición teotihuacana. Otras manifestaciones, como las figurillas para ofrendas, adoptaron y mezclaron iconografías de varias regiones. Por el contrario, aquello que estaba en el ámbito de la vida cotidiana, como la producción alfarera entre los sectores no-élite de la sociedad, desarrollaron su cultura material a partir de tradiciones que ya tenían siglos de estar presentes en la zona.

En resumen, el arte en Mesoamérica fue una de las maneras más eficientes de influir en el punto de vista de la población. Cuando visites el Gran Basamento de Cacaxtla, observa con detalle el mensaje que quisieron transmitir los grupos dominantes a través de sus diversas pinturas murales. ¿Qué tan poderosa pudo ser la influencia de estas obras en la mente de los gobernados y de otras sociedades rivales? No sabemos. Sólo imaginemos que hasta nuestros días seguimos asombrándonos por la calidad estética y el contenido de estas invaluables obras, de ahí que resulte necesario preservar este patrimonio cultural para que futuras generaciones continúen estudiándolo y admirándolo.

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Héctor Montaño
Gran mercader con Cacaxtli, Templo Rojo
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Yajaira Gómez
Jamba Sur
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Héctor Montaño
Mural de la Batalla


  • Brittenham, Claudia, 2015, The Murals of Cacaxtla: The Power of Painting in Ancient Central Mexico, Austin, University of Texas Press.
  • Uriarte Castañeda, María Teresa, 2012, "El mural del edificio B de Cacaxtla: ¿Una batalla?" en Arqueología Mexicana, núm. 19, México, Editorial Raíces.
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