La doble espiral flamígera y el rostro cenital
Este grabado rupestre, situado en el sector sureste, es uno de los mejor realizados en términos técnicos y artísticos. Abarca toda la superficie de la piedra y tiene como motivo principal una doble espiral, de la cual se desprenden otras figuras como líneas onduladas y lo que parece una pluma. Frente a este petroglifo —al nivel del suelo— se aprecia otro que representa un rostro humano con las órbitas de los ojos remarcadas, la nariz definida y la boca abierta, características que lo diferencian de la mayoría de los rostros que hay en Las Labradas.