El culto al Corazón de Jesús se asoció a innumerables escenas, entre ellas las del buen cristiano; el corazón era muy importante ya que se consideraba que en él habitaba el alma y por lo tanto era el centro de la vida.
En esta obra se representan el corazón del hombre bueno que persevera en la práctica del bien a través de un corazón lleno de Cristo y de sus buenas obras, a su alrededor diferentes imágenes del demonio le ofrecen diversas tentaciones, en el extremo superior un ángel sostiene dos cartelas en las que se alaba la perseverancia en la lucha contra el pecado, mientras que en el otro extremo un demonio sostiene grandes cadenas para aprisionar al hombre.
Esta obra es pareja de la consignada con número de inventario 10-54007.