Al centro de la composición aparece la Santísima Trinidad: el Padre y el Hijo sentados sobre tronos formados por nubes y el Espíritu Santo en forma de paloma. A la izquierda del Padre aparece hincado san Rafael, quien lleva como atributo en su mano derecha el báculo de peregrino que lo identifica como el compañero de viaje del joven Tobías. A la izquierda del Hijo se representó a san Gabriel, que porta como atributo la vara de azucenas que alude a la Anunciación.
También se observan cinco ángeles que visten túnicas y mantos que con seguridad aluden al resto de los siete arcángeles. San Miguel, el arcángel que encabeza las huestes celestiales, no puede ser identificado pues no está representado con sus atributos tradicionales.