El dogma de la Santísima Trinidad se expresa en el Símbolo de Nicea y es formulado hasta de IV Concilio de Letrán, basándose en los textos de las Sagradas Escrituras y en la tradición. Así se estableció que las tres Divinas Personas tienen la misma naturaleza y los mismos atributos de potestad, sabiduría, justicia, bondad, etcétera, por lo tanto son iguales en perfección. (1)
En el caso de esta obra el Padre es representado como un anciano de barba blanca con el cetro en la mano derecha como símbolo de autoridad; va tocado con una tiara que alude a las tres divisiones de su reino. (2) El Hijo lleva el cendal blanco y manto rojo, color que recuerda su gran amor a los hombres y porta como atributo personal la cruz; ambos personajes apoyan un pie en una esfera azul que representa al mundo. El Espíritu Santo en forma de paloma aparece en la parte superior central. Cada personaje presenta un halo diferente: Dios Padre el triangular que alude a la Trinidad, el Hijo en forma de potencias y el Espíritu Santo, oval azul que recuerda la verdad revelada.
(1) Diccionario del hogar católico, p. 1120.
(2) George Ferguson, Signos y símbolos en el arte cristiano, p. 234.