Mónica casada con un rico ciudadano de Tagaste, llamado Patricio, sufrió durante los primeros años de su vida matrimonial por el carácter de su marido. Gracias a su gran paciencia logró convertirlo al cristianismo, después del nacimiento de su hijo primogénito, Agustín.
En esta obra se representa el momento del nacimiento de san Agustín, quien aparece en una cuna de madera. Sobre la cuna vuela un enjambre de abejas, atributo de san Ambrosio, lo que evidencia la confusión del artista anónimo respecto a los atributos de estos dos doctores de la Iglesia. Los personajes van vestidos según la moda de la época. Mónica aparece acostada en una cama con dosel y cortinaje, a la manera del siglo XVIII.
Este lienzo forma parte de una serie de la vida de esta santa con los números de inventario 10-12436, 10-12437 y 10-12438.