Daniel fue uno de los mozos del rey Nabucodonosor, y el más apto para interpretar las visiones o sueños.
En esta pintura de forma oval se aprecian diversos personajes relacionados con el pasaje bíblico de las profecías de Daniel. Entre ellos al rey Nabucodonosor, protagonista del sueño de la estatua, la cual se observa en el ángulo superior izquierdo. Según la interpretación que Daniel hizo de esta estatua al rey, la cabeza era de oro y simbolizaba a la primera de las cuatro monarquías, que correspondía a la del rey Nabucodonosor. El pecho y los brazos de plata representaban a un segundo reino, el de los persas. El vientre y los músculos de cobre figuraban al tercer reino, el de los macedonios, y el hierro, al cuarto, el de los sirios. La mezcla de hierro y de barro cocido que había en los pies y en los dedos de los pies de la estatua, significaba la división y diversos aspectos del estado, su debilidad o su fuerza. El resto de los personajes que acompañan la escena eran astrólogos que el mismo rey ordenó llamar para que interpretaran su sueño.