La venerable madre sor María de Coronel y Arana nació en Agreda, provincia de Soria, el 2 de abril de 1602. A los 16 años tomó el hábito en el convento de religiosas descalzas de la Inmaculada Concepción de la Villa de Agreda, convento fundado por sus padres, don Francisco Coronel y doña Catalina de Arana. Fue elegida abadesa, con dispensa de edad, cargo que ejerció durante 35 años. Fundó un nuevo convento a extramuros de la villa y en él se instaló la comunidad en 1633. La fama de su santidad y virtudes trascendió a todas las partes del reino y compartió el respeto y la admiración de los más insignes hombres de su época, tanto eclesiásticos como seglares.
Mientras Felipe IV la visitaba para consultarle sobre asuntos del gobierno de sus Estados, el Santo Oficio de la Inquisición abrió proceso contra ella, de donde resultó absuelta de los cargos presentados. Durante 22 años mantuvo correspondencia con el citado monarca; las cartas que ella escribió pueden dividirse en ascéticas, políticas y morales. Murió en su convento el 24 de mayo de 1665, a los 63 años de edad y 46 de vida religiosa.
Muchos son los escritos de sor María de Jesús, entre ellos, su tratado de ascética, el cual tituló Escala, siendo su obra más notable la Mística ciudad de Dios o historia de la reina de los ángeles. Según la tradición, tenía el don de la ubicuidad, ya que sin haber estado físicamente en América predicó a los indios de Nuevo México.
En este cuadro de forma rectangular aparece la religiosa concepcionista de cuerpo entero y parada junto a una mesa. Tiene en su mano derecha una pluma, y en la izquierda un cuaderno abierto, con lo cual se destaca sus dotes como escritora. Sobre la mesa adornada con mantel guinda y flecos dorados se encuentran también dos libros y un tintero. Viste el traje característico de la orden: hábito y escapulario blanco, manto azul, toca con rostrillo blanco y velo negro. Sobre su pecho cuelgan un rosario y un pequeño escudo con la imagen de la Purísima Concepción; se aprecia parcialmente su pie calzando sandalias.
Enciclopedia universal ilustrada, pp. 430-431.