Esta pintura presenta una composición dividida en dos escenas que se desarrollan en un espacio interior y en uno exterior. En el interior de la habitación puede observarse la figura de pie de san Ignacio de Loyola, junto a una mesa y a un sillón, impartiendo su bendición a dos personajes masculinos que visten sotana negra con muceta café y tienen en los pectorales dos corazones entre dos espadas. A la izquierda de la pintura se observa la escena del espacio exterior, donde san Ignacio recibe a un personaje de edad, barbado, que viste también sotana negra.
Esta obra nos remite a la historia de la vida de Iñigo de Loyola cuando empezó a designar a los primeros jesuitas los lugares adonde ir a evangelizar. Envió en 1540 a Francisco Javier a Goa, India, y a Simón Rodríguez a su país natal, Portugal. Simón Rodríguez fue consejero de Juan III y confesor del príncipe heredero, y logró crear en Portugal una corte cristiana. Francisco Javier, en el Oriente, evangelizó la costa de la Pesquería (1542), el reino de Travancore (1544), Las Molucas (1546-1547), el Japón (1549), y estableció en Goa diversas obras destinadas a la conversión de los europeos.
La escena secundaria, la que se desarrolla en el espacio exterior, muestra a san Ignacio de Loyola saludando a san Felipe Neri.
A este cuadro se le asignó el no. 20 en la serie de la que forma parte; perteneció originalmente a la Casa Profesa de México y pasó después a la colección de los P.P. del oratorio de San Felipe Neri, quienes la cedieron a la Compañía de Jesús. Los jesuitas la donaron el 12 de agosto de 1970 al Museo Nacional del Virreinato.
Obras completas de san Ignacio de Loyola, p. 48.
Pablo Dudon, San Ignacio de Loyola, p. 317.