La escena está inspirada en el pasaje de los evangelios apócrifos que narra: "José, pues, se trasladó a Judea de Galilea pensando contraer matrimonio con su esposa Virgen, después de haber transcurrido ya tres meses y estando para cumplirse el cuarto desde que celebraron los esponsales. Entre tanto, al ir aumentando poco a poco el embarazo, empezaron a manifestarse las señales de su maternidad. Esto no podía quedar oculto a José, quien tratando a la Virgen con bastante intimidad y hablando con ella familiarmente, como esposo que era, vino a darse cuenta de que estaba efectivamente encinta". (1)
María aparece de pie, embarazada, y frente a ella san José hincado en posición de humildad y admiración. La casa que aparece en segundo plano alude a la casa de la Virgen en Jerusalén.
Esta obra forma parte de los lienzos del relicario de San José.
(1) Aurelio de los Santos Otero, Los evangelios apócrifos, "Libro sobre la natividad de María", p. 257.