En esta obra aparece la figura de san Ignacio de Loyola al centro de la composición, frente a una mesa de altar. Viste casulla y roquete y con la mano derecha sostiene una hostia, mientras que con la izquierda muestra un documento escrito. Arrodillados frente a él, se encuentran cinco personajes masculinos en actitud de leer los papeles que también portan en las manos. Al fondo de la obra, detrás de la figura de san Ignacio, se observa una pintura que fue recortada. A los lados se encuentran dos ángeles; uno sostiene el monograma crístico, símbolo de la Compañía de Jesús, y el otro, un libro abierto. El resto de la pintura la ocupan cortinajes y rocalla; este último elemento nos indica que la pintura fue realizada en la segunda mitad del siglo XVIII.
Esta escena nos remite a la historia de la vida de san Ignacio de Loyola alrededor del año de 1541, cuando realizó su primera profesión solemne en la capilla de la Santísima Virgen de la Basílica de San Pablo.
Es importante hacer notar que el fragmento faltante en la pintura, seguramente es el correspondiente a la imagen de la Inmaculada Concepción, advocación de la capilla, que en algún momento fue recortada.