Esta pieza hace pareja con la Alegoría del Dulce Nombre de María, y aunque no presenta la firma del autor, dada su similitud con la obra antes mencionada, indudablemente es del mismo pintor; y ambas, fragmentos de algún retablo pintado.
Al igual que en la tradición de la representación del nombre de María, el monograma de Cristo fue introducido desde el siglo XVI en México y utilizado como símbolo de veneración y protección a los cristianos de estas tierras. Las letras JHS, que forman el cristograma, significan "Jesús Hombre Salvador", y hacen alusión al sacrificio de Cristo hombre para salvar a la humanidad. En este caso la letra central "H", está coronada por una cruz, recordando el sacrificio de Cristo en su calidad de hombre. Al igual que en la obra antes citada del nombre de María, se repiten los elementos compositivos, en los cuales la cartela que porta el nombre sirve como basamento de una columna salomónica.