La escena principal representa el momento en que el papa Paulo III aprueba la fundación de la Compañía de Jesús como orden religiosa el 24 de septiembre de 1540, estableciendo como límite el número de 60 miembros profesos.
A la derecha del papa se ven cuatro cardenales, son el cardenal Bartolomé Guidicion y otros tres que se oponían a la confirmación de la orden, arguyendo la existencia, en ese momento, de multitud de religiosos de otras órdenes, pero que posteriormente reconocieron la bondad de la obra y alabaron al papa por la institución de la Compañía. (1)
La segunda escena representa el momento en que san Ignacio bendice al padre maestro Francisco Javier y al maestro Simón, antes de que partieran a la India. Este pasaje está basado en la petición hecha por el teólogo Diego de Gorbea, rector de la escuela de Santa Bárbara, al padre Ignacio, para que designara a seis de sus compañeros para ir a la India oriental. A esta solicitud se sumó la del rey de Portugal con el mismo efecto, a lo cual san Ignacio respondió que él no podía disponer de sus compañeros y que era el papa a quien le correspondía mandar y a ellos obedecer, pero que, a su parecer, podrían ser enviados un par de padres. Fue así como el papa ordenó a san Ignacio que enviara a dos padres a formar una nueva misión en la India. Escogieron así a Francisco Javier y al maestro Simón.
Esta obra forma parte de una serie realizada para el antiguo colegio jesuita de Tepotzotlán.
(1) Pedro de Ribadeneira, Vida de san Ignacio de Loyola, pp. 148-150.