Este pasaje aparece narrado de la siguiente manera: "...tomó Jesús a Pedro, a Santiago, y a Juan su hermano, y los llevó aparte, a un monte alto. Y se transfiguró ante ellos; brilló su rostro como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se le aparecieron Moisés y Elías hablando con Él" (Mateo 17, 1-3). Esta escena es característica de la orden carmelita. Según las tradiciones, en el momento de la transfiguración, Elías obtuvo de Cristo la promesa de conservar la orden hasta la consumación de los siglos. (1)
Esta obra proviene del Museo de Arte Religioso, ingresó al Museo Nacional del Virreinato en 1970.
(1) Emile Mâle, El arte religioso, p. 90.