El pasaje que representa esta obra no se encuentra descrito en ningún texto canónico, pero sí en los Evangelios Apócrifos que tratan el nacimiento e infancia de María. En ellos se hacen constantes alusiones a los cuidados que tenían san Joaquín y santa Ana de su hija; ejemplo de esto es la narración en el "Protoevangelio" de Santiago en que se narra que: "...se le cumplió a Ana su tiempo y el mes noveno alumbró. Y preguntó a la comadrona: ¿Qué es lo que he dado a luz?, y la comadrona respondió: Una niña. Entonces Ana exclamó: Mi alma ha sido hoy enaltecida, y reclinó a la niña en su cuna..." (1) En esta obra aparece María niña dormida, siendo contemplada por santa Ana y san Joaquín; el paño que la cubre se encuentra decorado con flores que aluden a su sabiduría, pureza, caridad y pudor.
La obra proviene del Museo Nacional de Historia.
(1) Aurelio de los Santos Otero, Evangelios apócrifos, "Protoevangelio" de Santiago, v. II, pp. 144-145.