Tomás, pescador de Galilea y uno de los doce apóstoles, es mencionado por los evangelistas en la elección del apostolado (Mateo X, 2-4; Marcos III, 13-19; Lucas VI, 12-16) y es ampliamente conocido con el nombre de "Tomás el Dubitario", debido a que se negó a creer en la resurrección de Cristo mientras no pudiera cerciorarse con sus ojos y manos. San Juan menciona en su evangelio que Tomás estaba dispuesto a morir en lugar de Cristo (Juan XI, 16). La tradición menciona que después de la venida del Espíritu Santo, santo Tomás predicó el evangelio en la India, adonde llegó como esclavo, vendido a la corte del rey Guandafor, trabajando para éste en la construcción de su palacio. (1) Dos leyendas diferentes hablan de la muerte del santo, la primera menciona que murió a manos de los soldados del rey Mazdai, quien lo mandó martirizar por haber convertido a su esposa e hijo; mientras que la segunda menciona que murió por la espada en un lugar cercano a Madrás.(2)
En esta obra el santo viste túnica y manto como el resto de los apóstoles; con su mano izquierda sostiene una lanza, su atributo personal, y que hace alusión a la leyenda de su martirio a manos de los soldados del rey Mazdai.
Obra procedente de la Procuraduría General de la República.
(1) Alban Butler, Vidas de los santos, t. IV, p. 595.
(2) Ibídem, p. 596.